Daniella se llama en realidad Hilsa Vanek. A esta joven enana de 25 años castaña y de ojos grises le gusta mas el nombre de Daniella y casi obliga a todo el mundo a llamarla por ese nombre. Su padre, Matouk Vanek, es capataz en las minas de Bubaysar, en el distrito enano, y lleva muy mal la actitud caprichosa, transgresora y alocada de su hija, a la que evidentemente se niega a llamar Daniella.
Daniella pasa los días cuidando de sus numerosos hermanitos, pero se escapa siempre que puede a pasar el rato por los distritos comerciales de Carabás, abandonando cuando puede el distrito enano. A pesar de que le gustaría vivir independientemente alejada del tradicionalismo enano, sabe que aún es muy joven y que su madre Saralia le necesita para cuidar de la familia.
La llegada de Nori al callejón de las minas en donde su padre trabaja cambió su vida mas de lo que ella esperaba. La evidente atracción que siente hacia este misterioso y apuesto extraño la ha llevado a conocer a los Héroes, a sus hijos y a la propia Marquesa nada mas y nada menos. Valora mucho su amistad con Lancia, a quien ve como un modelo a seguir en elegancia, carisma y actitud.