Solo una chica que baila

Medallon CA

«Se había mudado a una pequeña buhardilla en el barrio de los artesanos hace poco. Quería mucho a sus padres y estaba muy unida a ellos, pero tenia ganas de establecerse por su cuenta, cambiar de aires, empezar una nueva aventura .
La joven Lancia se levantó de un salto de la enorme cama en la que dormía. Tenia un precioso dosel rojo y ocupaba gran parte de la estancia , era uno de sus caprichos. Se dirigió a la ventana y apartó las coloridas cortinas para asegurarse que aún no había salido el sol. Solía levantarse temprano, pero esta vez de madrugaba porque no había pegado ojo en toda la noche por la excitación de dormir en su nueva casa .»

«Se calzó unas viejas bailarinas y se acercó al viejo  espejo de cuerpo entero que había hecho traer desde su otra casa. Se miro al espejo. Acababa de cumplir 19 años, así que hacia 8  años desde que dejo de ser una chica que bailaba. Sonrió, girando sus muñecas fue levantando sus brazos por encima de su cabeza al tiempo que los cruzaba, su rodilla se flexionó con gracia para alzar su pierna que cogiendo impulso dejo caer un poderoso taconazo y entonces recordó…
Hacia poco que había cumplido los 11 años , y la pequeña pelirroja correteaba por el barrio de los artesanos en busca de aventuras y maravillas que ver . Gasto algunas monedas en una manzana de caramelo y un bolsa de frutos secos , después echó algunas otras al tazón de  un prestidigitador   callejero muy gentil que la maravilló haciendo  aparecer una rosa de  detrás de su oreja  para luego regalársela . Luego se encaramo a un pequeño murete y desde allí iba bailando por la estrecha cornisa mientras comía su fruta dulce y observando desde su posición las cabezas de los sorprendidos transeúntes que iban y venían por las callejuelas .
Algo llamo la atencion de Lancia en una pequeña plazoleta. Había un montón de gente , hombres , mujeres , niños y ancianos se arremolinaban alrededor de un pequeño escenario improvisado rodeado de unos cuantos carros cerrados. Sintió curiosidad por la música que oyó. Era una de esas compañías ambulantes. Había visto muchas pero esta acabaría siendo muy especial para ella.
Saltó ágilmente desde el muro  y, pidiendo perdón con su mejor sonrisa y  cara de chica buena que podía poner,  se escabullo entre la gente para alcanzar las primeras filas.Un hombre moreno ,alto y grandote , seguramente dundelino, anuncio orgulloso con grandes voces a la siguiente artista , la única e inigualable princesa bailarina Luzdelina.
La muchacha tendría unos 16 años, era alta , vestía un hermoso traje rojo y lucia una larguísima cabellera negra como la noche. Era guapísima y el rojo intenso del carmín de sus labios hacían resaltar aún más su bello rostro. Solo el aspecto ya había maravillado a Lancia, pero lo que siguió fue un sueño: La bailarina giraba, movía sus manos, brazos, piernas y hacia resonar sus taconazos llenos de pasión,  en la mas bella danza que sus ojos habían visto. Todo desapareció mientras Luzdelina seguía bailando y de pronto la realidad volvió con un atronador aplauso de la encandilada audiencia. Y allí estaba esa chica , con los brazos en cruz hacia atrás, sacando pecho ,orgullosa sin hacer reverencia a su publico, brillando como un sol encima del escenario.Lancia tardó en darse cuenta de que había pasado y, acabándose su manzana de dos grandes bocados, comenzó a aplaudir muy, muy fuerte, creyendo que así sus aplausos se oirían por encima del resto de la muchedumbre, esperando que la princesa se fijara en ella. Pero no fue así,  la bailarina bajo del escenario y  el hombre grandote volvió a subir, recordando a los presentes  que fueran generosos una vez acabara el espectáculo. A la pequeña Lancia no  le interesaba el resto del espectáculo así que se dirigió hacia la zona de los carromatos. Necesitaba hablar con Luzdelina.Ella misma había empezado hace unos años a bailar  y, a pesar de su edad y dejando de lado la modestia, era todo un fenómeno. Aprendía los pasos a la carrera, incluso los bailes mas difíciles . Una bailarina natural,  habían comentado en más de una ocasión varios de sus profesores y compañeras, incluso aquellas que les superaban en edad . Estaba muy orgullosa de ser bailarina, le gustaban los bonitos trajes , sentirse el centro de atención, los aplausos, los cumplidos y ahora había visto una danza deslumbrante. Si conseguía hacerla suya toda la ciudad de Carabas se desharía en elogios, seria famosa y , con tan solo 11 años, la idea la hizo sonreír de oreja a oreja.La pequeña se acercó a la puerta entreabierta del carromato de la bailarina, respiro hondo e irrumpió en este de un gracioso salto.
-«Encantada , me llamo Lancia ….»- exclamó a modo de presentación, que fue interrumpida por su sorprendida interlocutora.
-«¿Pero que demonios?!¿Quien eres?…¿y como has conseguido… ?»- Luzdelina no acabó la frase.Rápidamente examinó a Lancia . Para alguien como la pelirroja no debía ser difícil colarse en cualquier parte . Inofensiva y adorable, nadie le negaría nada a una criatura como ella. La niña se percató de la mirada y le dedicó una sonrisa traviesa a modo de confirmación de la deducción de la bailarina.
La «princesa»estaba sentada frente a un tocador , se había despojado de su elegante traje y vestía un soso canesu de color marfil. Tampoco llevaba ya  maquillaje y, aunque seguía siendo guapa, su rostro carecía de exotismo. Por si fuera poco, el largo y precioso pelo negro descansaba sobre un busto de madera dejando ver el natural pelo castaño pajizo de la joven. El rostro de Lancia no pudo ocultar su desilusión .-«Tampoco  soy una princesa»- comenzó a decir la muchacha, que se había percatado del desengaño de la niña -«y me llamo Margareht , puedes llamarme Maggie «- continuo en tono divertido mientras saludaba con la cabeza -«y bien , Lancia ¿que te trae por aqui?»
Tampoco le importaba mucho. Casi todos los artistas ambulantes utilizaban trucos y disfraces en sus actuaciones. Si que hubiera preferido una princesa de verdad, con su pelo de verdad y sus trajes hermosos, pero Lancia había venido por una única razón ; el baile. Así que, volviendo a su amable sonrisa de costumbre, continuo.-«He visto como bailas. Ha sido hermoso. Quiero que me enseñes ese baile, yo también soy bailarina y muy buena, modestia a parte.  Seran solo unos minutos, estoy segura que no será difícil para mí si me enseñas»- dijo la pelirroja mientras ejecutaba algunos elegantes pasos de baile para demostrar su gracilidad.Luzdelina , Maggie , se puso seria  y comenzó a estudiar a la niña con ojos de inquisidor . Lancia sabia lo que su nueva amiga estaba haciendo. La estaba valorando , pero estaba tranquila.  Tenia todo lo que una bailarina debía tener : piernas largas, cuerpo flexible, gracia y, aunque estuviera mal decirlo,  era más guapa que ella.

-«Imposible!»- la negativa de Margareht interrumpió los pensamientos de la aspirante -«Alguien como tú no podría  ejecutar ese baile. Solo lo arruinarías, esos pasos solo son para bailarinas»
La cara de Lancia se puso roja de indignación , tanto que hacia juego con su pelo . ¡Como se atrevía esa dundelina , esa chica de pelo de paja , esa mendiga a insinuar que ella , Lancia , no era una bailarina de verdad!
-» No creas que es tan difícil , prácticamente he memorizado la entrada con solo verlo una vez»-estaba enfadad y dejó que su orgullo hablara . Pero era verdad tenia una gran facilidad para el baile , como todos decían era una bailarina natural -«Incluso sin tu ayuda puedo aprender ese baile en dos tardes, no te necesito , soy mejor bailarina que tu!»

La bailarina ambulante se levantó de golpe al oír las descorteses palabras de la intrusa.  Parecía enfadada y era mucho mas alta que ella, y también mayor, por lo que por un instante Lancia se encogió temerosa de recibir un bofetón, pero eso no fue lo que ocurrió. Maggie la cogió de los hombros y, de forma brusca, la llevo ante un  espejo completo que había visto tiempos mejores .

-«Eres bailarina. Demuéstralo. Baila, da vida a esos pasos, hazlo»-era una orden.

Lancia comprendió que era un desafio. Miró a Maggie a los ojos. Ya no estaba asustada, ni siquiera la intimidaba esa chica mayor. Ahora estaba en su terreno, le haría tragarse sus palabras. Volvió la mirada a su reflejo, cogió aire  -«Empezemos»

Girando sus muñecas, fue levantando sus brazos por encima de su cabeza al tiempo que los cruzaba, su rodilla se flexionó con gracia para alzar su pierna que, cogiendo impulso dejo caer un poderoso taconazo. Todo iba como la seda. Un giro, palmada, otro giro. Lancia no bailaba, estaba volando , sabia que estaba bailando mejor que nunca impulsada por su afán de hacer que esa boba se tragase sus palabras. Pero entonces lo vió , su baile en el espejo y se detuvo. Era imposible. Sus piernas flaquearon y cayó sobre sus rodillas .
El baile que ella había visto estaba lleno de vida , de alegría y pasión , era EL baile. El  que ella ejecutó era mediocre a lo sumo. No entendía porque esa chica podía hacerlo brillar y ella en cambio solo lo convertia en un conjunto de pasos sin vida. ¿Que tenia ese baile?¿Que magia contenía? Los ojos de Lancia  miraron hacia arriba para cruzarse con los de Maggie pidiendo una explicación. Ella era buena , de las mejores , ese baile tenia que ser suyo…

-» Te lo dije , pequeña .No puedes bailarlo, tu no eres una bailarina»-lo que dijo a continuación  le dolió a Lancia en lo mas hondo de su corazón-«Solo eres una chica que baila»

Se levantó indignada. Había sido una trampa, por supuesto. Maggie habia bailado como Luzdelina , maquillada , hermosa , encima de un escenario con una audiencia entregada. Ella, en cambio, llevaba ropa de calle, estaba nerviosa y había bailado rodeada de ropa vieja y madera carcomida. Ni siquiera llevaba un calzado adecuado. Había sido lista, la había impulsado a aceptar ese desafio sabiendo que iba a quedar en ridiculo . Pero no iba a rendirse , Lancia nunca se rendía.

Mañana , antes de la función, volveré. Bailare esa danza como nunca nadie la ha bailado .Delante de ti me veras brillar como al sol»-las palabras de Lancia destilaban enfado y desafio por todos los lados , y no se molestó en disimularlo -«Cuando te derrote tendrás que hacerme una reverencia. Puede que te llamen princesa, pero mañana veras quien es la reina»-

La amenaza causó un efecto en su rival que Lancia no esperaba . Ahora, cuando pensaba en ello, hasta ella misma se reía de aquel sobreactuado y melodramático desafio, y eso fue exactamente lo que la dundelina hizo: rió a carcajadas y, terminándose de vestir, cogió unas monedas de su tocador y una pequeña bolsa de piel y saliendo del carromato. Entre risas, se despidió de Lancia .

-«Como quieras , niña que baila. Si consigues impresionarme, te prometo que esa reverencia sera tuya»

La pelirroja volvió a casa a toda prisa, tropezando con algún que otro transeúnte sin molestarse en pedir disculpas. Estaba enfadada y aun así necesitaba tener la mente clara para recordar los pasos que iba repasando mentalmente mientras corría.
Se encerró en su cuarto y empezó a practicar durante  toda la tarde y parte de la noche. Por supuesto, sus padres preocupados insistían en que les contara que le pasaba, pero al final se contentaron con que al menos bajara a cenar. Conocían a su hija. Tenia genio y, aunque les preocupaba malcriarla, en verdad era  una chica muy independiente, y muchas veces valía la pena dejarla volar a su aire. «-sea lo que sea ya se le pasara «- solía decir su madre para tranquilizar a su sobreprotector progenitor cuando la niña cogía alguna de sus rabietas. Y la verdad es que siempre , siempre tenia razón .

Por la mañana Lancia siguió ensayando una y otra vez , perfeccionando los pasos , afinando el compás. Estaba mas tranquila y segura de si misma. Con la ropa adecuada estaba segura de impresionar a aquella sabelotodo. Después del almuerzo se volvió a encerrar en su habitación. Paso una horas eligiendo su mejor conjunto ,un vestido negro ajustado en el pecho y lleno de volantes en el vuelo y unos  zapatos de color  rojo brillante de tacón bajo bonitos y cómodos . No quería que sus padres la vieran salir vestida para bailar, le hubieran hecho muchas preguntas y no estaba de humor para inventar excusas o aguantar sermones,  así que decidió guardarlo todo en una bonita mochila de piel . Después de pensárselo un poco, también hizo acopio de  algo de maquillaje . Se despidió de sus padres poco antes de cerrar la puerta de la calle, asegurandoles que no volvería tarde y que iba a ver las funciones de la feria de los artesanos . Melissa y Vespero, los padres de la niña, se miraron uno al otro. Estaba claro que su hija  planeaba algo,  se encogieron de hombros de forma resignada. Solo esperaban que esta vez no tuviera nada que ver con el jardín de la señora Mary Rose.

El día había amanecido nublado, algo inusual en estas fechas en la ciudad de Carabas, y a Lancia  no le gusto ese ambiente sombrío. No era lo ideal para su actuación , -«Todo luce mejor iluminado»- pensaba mientras aceleraba hacia su destino -«Pero habrá que superarse». Sin apenas darse cuenta ,enfrascada como estaba en sus practicas mentales ,llegó a la placeta donde la gente comenzaba a agolparse . En el escenario alguien hacia malabares. No le interesaba lo mas mínimo. Apretó fuerte su mochila contra su pecho y se dirigió al carromato de Luzdelina . Era hora de demostrar que era una autentica Bailarina.

Cuando se disponía a abrir la carcomida puerta del carro, la puerta se abrió y un chico salio con paso inseguro. Estaba cabizbajo y no parecía muy feliz . Caminaba tan distraído que no reparo en la niña y tropezó con ella y, aunque se disculpó, no levanto la mirada mientras seguía bajando la pequeña escalera y dejando la puerta entreabierta. Estaba claro lo que había pasado. A Lancia le divertía leer novelas y cuentos en lo que esto pasaba a menudo , amores imposibles ,amantes que debían separarse , amores apasionados pero trágicos. Pero no parecía tan divertido cuando pasaba en la realidad. Hecho un vistazo en el interior solo para descubrir lo evidente.

Dentro del carromato , de pie ,estaba la larguirucha Margareht con su vestido viejo de tela marrón llena de remiendos . Estaba llorando , aunque intentaba mantener la compostura y apretaba contra ella un trozo de papel arrugado y manuscrito junto con una especie de colgante, feo, evidentemente hecho a mano. Le acababan de romper el corazón y Lancia se sintió culpable por esos pensamientos que se cruzaron en su mente «-Se lo merece» . Pero no era cierto , podía adivinar como de miserable se sentía ahora la muchacha y pensó  que no era el momento de humillarla con su actuación . Parecía que la bailarina no se había percatado de la presencia de Lancia , así que discretamente acabo de cerrar la puerta y se dirigió hacia la placeta despacio. Hoy no habría duelo , no habría baile ni espectáculo , debería esperar hasta que Maggie se recuperase. Cuando estaba enfilando una bocacalle para abandonar el lugar la voz del hombre grandote la detuvo , con voz vacilante como dudando de sus palabras presentaba a la siguiente artista la única e inigualable princesa bailarina Luzdelina.

La gente comenzó a cuchichear extrañada. La que apareció fue una dundelina con el pelo desecho, con un vestido de mendiga y unos ojos que, aunque seguían brillando con orgullo, estaban rojos por el llanto. La imagen era lamentable y la gente comenzó a abuchear la bochornosa actuación que se avecinaba. Lancia no daba crédito. ¿Pretendia bailar en ese estado? Hacia escasos minutos que la había dejado llorando en su carro, y ahora sin vestido,sin maquillaje ni peluca, con la gente descontenta y el corazón roto,¿pretendía bailar? Sintió pena por ella y por la vergüenza que le esperaba .

Girando sus muñecas, fue levantando sus brazos por encima de su cabeza al tiempo que los cruzaba, su rodilla se flexionó con gracia para alzar su pierna que, cogiendo impulso, dejo caer  un poderoso taconazo y entonces todo desapareció de nuevo. De nuevo ese baile hermoso y cautivador, bailado como nunca nadie lo había bailado, haciendo desaparecer el mundo para llenarlo todo de belleza, alegría y pura pasión. Ese día nublado, una muchacha desaliñada, vestida con trapos y con el corazón sumido en la tristeza, brilló como el propio sol .

Lancia por fin lo entendió. No eran los vestidos deslumbrantes, los zapatos hermosos, el sentirse hermosa , ni siquiera los aplausos del público. Una bailarina era alguien capaz de aceptar lo bueno, lo malo, la tristeza, la felicidad, la prosperidad, la pobreza, el amor y el desamor, tragarse todo eso y crear con ello simple y llanamente belleza. Un sol que iluminara cualquier día, cualquier situación, hacía más brillante lo bueno y menos oscuro lo malo. Eso era un bailarina, el resto solo eran chicas que bailaban.

Y de nuevo la realidad volvió en un atronador aplauso de la encandilada audiencia y allí estaba esa chica , con los brazos en cruz hacia atrás, sacando pecho, orgullosa sin hacer reverencia a su público. Esta vez Lancia no aplaudió , se sintió avergonzada pero a la vez feliz de haber aprendido esa lección. Los ojos de la bailarina aún rojos por el llanto se cruzaron con los de la niña. Maggie sonreía desafiante, no solo a ella, sino a la propia tristeza que sentía. Nunca se rendiría y, devolviendole la sonrisa, Lancia le dedicó  la más sentida de las reverencias a una verdadera bailarina, a una verdadera reina.

 

Una batería de taconazos resonó en la pequeña y oscura buhardilla de Lancia, dos palmadas y el baile acabó. Puso sus brazos abiertos en cruz y sacó pecho enfrente del espejo. Tenia los ojos cerrados. No necesitaba verse para saber que había realizado el baile a la perfección. Ese baile era suyo desde el momento que se convirtió en un bailarina. Sintió como su respiración iba relajándose, su pecho subía y bajaba ritmicamente, recuperando el resuello, y sintió las gotas de sudor en su piel. Abrió los ojos, miro al espejo pero no vio su reflejo . Como si fuera una ventana, vio esa plaza, ese escenario, el día que Lancia Mensel se convirtió definitivamente en una bailarina, y la vio a ella.

Realizo una elegante reverencia frente al reflejo y la luz del sol iluminó toda la habitacion. «

También te podría gustar...