La Hermandad de la Rueda – Sesión IV
Resumen de la partida a RQM en Cullera en Septiembre de 2010 correspondiente a la Saga de la Hermandad de la Rueda y que continua el escenario de Florilandia, conduciendo a nuestros héroes (Galdric, Gunnar y Ulric) a las entrañas de la Fortaleza enana de Valak, dónde descubrirán la verdadera naturaleza del legendario dragón y ayudarán a Uneik a iniciar la liberación de la Fortaleza y el resurgir de la raza enana en el condado de Sundaer.
Tras la huida de Ahmed y las tropas agimoris de las inmediaciones de Florilandia, se ha lanzado un ataque de castigo a la población enana de las colinas. Mastodontes y tropas de infantería están asolando a la desguarnecida población enana diezmando sus escasos efectivos y destruyendo los talleres y forjas contruidos. Nuestros héroes no dudan en salir a las calles intentando organizar la desbandada de gente que intenta entrar a las murallas de la capital y lanzarse junto con Uneik en una cabalgata hacia el conflicto. Una vez en el asentamiento enanil, los daños son tremendos y los estragos causados por los enormes elefantes blancos incalculables. Pocos enanos resisten y ven cerrada su huida por un gran mastodonte. A lo lejos, un Vespero vigilante observa la situación mientras el gruso de sus tropas escapan a través del río. Sin dudarlo, Galdric, Ulrik y Gunnar espolean sus caballos para hacer frente a la criatura y dar una oportunidad a los refugiados de encontrar el camino de la salvación. Mientras Gunnar entretiene a los soldados que van dispuestos en las cestas laterales del elefante, Ulrik consigue encaramarse e iniciar una brega cuerpo a cuerpo con ellos. A su vez, Galdric, en una fantástica maniobra se encarama, espada en mano, en la otra cesta con un objetivo claro: la cinta de cuero que mantiene fijas las cestas. Gunnar tiene problemas con el mastodonte que atropella a su caballo y a él mismo hiriéndolo de gravedad en una pierna y dejándolo en el suelo inhabilitado para la lucha. Maldiciendo su mala suerte, Gunnar se toma una pócima y anima a sus compañeros. Esos ánimos junto con la guia de su Dios Urvairinus es lo que necesitaba Galdric que de un tajo espectacular, rompe los asideros de cuero haciendo que se desmoronen las cestas laterales junto con sus ocupantes. Con un salto ágil, taqnto Ulrik como Galdric consiguien bajar sin problemas, cosa que no realizan los desafortunados agimoris que van a caer bajo las patas de su propio elefante. Ulrik aniquila a los supervivientes mientras Galdric, implorando de nuevo el favor de su Dios, ejecuta un conjuro para sanar la pierna del maltrecho Gunnar. Sin embargo, los problemas no han acabado pues la carga del elefante es inminente. Un buen ataque coordinado consigue poner fuera de juego al guía del animal y dejar a este lo suficientemente dañado para que abandone la lucha. Sudorosos y cansado por el esfuerzo escuchan las trompetas de la Guardia del Sol que liderada por Eloren, Capitán de Sundaer, viene en ayuda de los fieles súbditos. Con su ayuda, y los refuerzos de las tropas de Priatore que llegan a la carrera, es sencillo acabar con la oposición. Ahora bien, quedan pocos enanos y su situación es desesperada. Agradeciendo su ayuda, Uneik los cita para la tarde pues los enanos deben debatir su futuro en Florilandia.
De nuevo en la sala del Consejo, Eloren informa de las actividades de Julius Akerman. Intentó entrar a Sundaer pero los sacerdotes de Yelm mediante una revelación del propio Dios del Sol les habia mostrado su verdadera naturaleza. Julius Akerman es un maldito aprendiz de dioses que se ha sumergido en los ritos de Yelm mezclándolos con extraños propósitos con los de Porchango el Corruptor. Se le denegó la entrada y fue perseguido hasta Puerto Alto dónde desembarcaron cuatro bajeles procedentes de las tierras negras de Pamaltela incrementando su fuerza y efectivos. Además, las tribus del Jabalí han sido compradas por las palabras y riquezas de la Hermandad de la Rueda permitiendoles la entrada al Valle de la Luz y protegiendo sus espaldas ante la ofensiva del ejército de Sundaer. Eloren venía con la misión de asegurar el paso norte junto a Florilandia y establecer puestos de guardia en el camino real. Lucius comenta que el objetivo de Julius puede ser las antiguas ruinas de la Piramide del Sol, antigua construcción dedicada a Yelm y que hace años fue invadida por el Caos. Podria ser usada para iniciar una búsqueda heróica de Yelm y la cantidad de devotos que lo siguen hacen posible y factible que pueda efectuar el camino de los héroes. Así pues, el destino de nuestros valientes guerreros parece claro, pero hay dos ejércitos y las Tribus del Jabalí entre ellos y su objetivo.
Más tarde, concluida ya la reunión Galdric percibe la presencia de un disfrazado Vespero en Florilandia. Al parecer sus labores de espeía son aún valiosas para Ahmed y ronda la ciudad observando y recabando información. Gunnar inicia una persecución sobre los tejados aunque esta vez, Vespero consigue escabullirse con facilidad. Deberán extremar las precauciones pues el mal está más cerca de lo que pensaban. Una vez con Uneik y los restos de sus hermanos enanos, les comunican su intención de introducirse de nuevo, a la desesperada, en la Fortaleza de Valak. Si han de morir será intentando una vez más liberar la antigua Fortaleza enana de las garras del Caos y del legendario Dragón. Un viejo enano llamado Dulak ha propuesto un plan que podría ser factible. Atravesar los correodres infestados de Broos esquivando a la mayoría, avanzar por el corredor Sur evitando los dispositivos de defensa y las trampas, llegar a la Sala Puente supuestamente ocupada por el Dragón, conseguir avanzar hasta la Sala de las Columnas a pesar de la oposicón del Dragón y activar a los 50 guerreros de piedra Jolanti, comprobar que las probetas estén sanas pues son esenciales para la repoblación enana y avisar al resto de enanos cuando los Jolanti empiecen a ocupar posiciones. Complicado, sacrificado y apenas posible. Sin embargo, en el interior de la Fortaleza pueden existir aún tesoros secretos de los enanos y sobretodo, un viejo corredor que lleva a la Montaña de la Espiral y que da acceso franco al Valle del Sol. Todos los héroes acceden de buen grado a ayudar a Uneik ya Dulak en su incursión y son recompensados con unos mágicos medallones que pueden salvarles la vida. La despedida es triste y callada pero los sobrios enanos miran con orgullo como su lider se lanza a una muerte casi segura en busca de un futuro incierto para ellos.
La ascensión por la ladera de la montaña se realiza sin demasiadas dificultades y consiguen entrar por un viejo túnel de ventilación a unos corredores secundarios. El avance por el interior de los túneles es largo y pesado pues la opresión de los angostos pasajes es inmensa. Sin embargo, Dulak les hace avanzar cada vez con más confianza por aquellos corredores que pisó de joven. Esquivando la mayor parte de las patrullas de Broos, consiguen llegar al corredor principal, cuando una patrulla de Broos los descubre pero rápidamente son exterminados por los filos de Gunnar y Galdric y el poderoso martillo de Ulrik el devastador. Gritos conocidos les hacen ver que de alguna manera los Tullidos han sido capturados (o quizás entregados) a los Broos y que éstos los conducen al Dragón como oferenda, de ese modo quizás mantengan su estómago lo sufucientemente calmado como para aventurarse en su territorio en busca de tesoros enanos. Precipitando su avance, el grupo se interna en la antesala dónde ven a un terrible caracol-dragón de dos cabezas, criatura mutante del Caos, que posee alas y respira fuego. El avance se ve descubierto y mientras Rashid conduce a los enanos en su avance, el resto se mantiene firme ante la amenaza del Caracol Dragón activando el poder de los medallones enanos. Gracias a éstos y a un certero golpe de Galdric, consiguen inhabilitar una de las cabezas logrando el tiempo suficiente como para que la entrada en la sala de los azuzados Tullidos cree el caos más absoluto y permita la huida hacia adelante de nuestros héroes. Más adelante, Dulak ha alcanzado el objetivo, las probetas están a salvo y se encuentra en el proceso que revivirá a los Jolantis. La señal debe ser dada y se encaminan hacia la chimenea principal con un saquito de Uneik. Tras una lucha sin cuartel con el resto de Broos consiguen hacer la señal y defender la posición. El plan ha tenido éxito y hasta el Caracol Dragón se ha retirado de la zona maltrecho por las heridas recibidas. Los Jolanti aseguran la zona y en poco más de una semana las cavernas principales han sido selladas y asegurados los corredores principales. La fortaleza de Valak renacerá de sus cenizas con el tiempo.
Uneik premia a los valientes luchadores con armas mágicas del propio tesoro personal de Valak y unas armaduras muy ligeras labradas con runas enanas. Les concede la protección de dos Jolanti que los conducen a través de las cavernas en un viaje de varios días hata la Montaña de la Espiral y la Sala del Mirador. El valle está repleto y en plena ebullición, la Pirámide del Sol está en reconstrucción y alrededor se alinean 7 piedras del Sol. El fin de su labor está cerca y tanto Ahmed como el propio Julius caminan por el campamento sin conocimiento del peligro que se cierne sobre sus planes.
¿Conseguirán evitar el tremendo ritual de julius Akerman aprendiz de dioses?¿Para qué usará a sus nuevos seguidores?¿Para qué usará la chaosita?¿Realmente Sibila ha sido exiliada junto con sus damas de compañía? Pronto habrán respuestas pues la partida final está a punto de comenzar…