El Corazón del Ángel
Este es el resumen de la aventura del domingo 28 de Marzo de 2010, basada (ligeramente) en la película y en el libro del mismo nombre. Los personajes (Ulric el Destructor y Galdric el Noble) se encuentran en una taberna de las muchas ciudades que pueblan los alrededores del Lago Guredo (en Ralios, Seguredo). Un hombrecillo vestido con pajarita y pantaloncitos cortos se presenta como Davids, sirviente del noble Lord Arkadius. Su señor ha oído de las hazañas de nuestros queridos personajes, y ha decidido invitarles a su mansión.
Este es el resumen de la aventura del domingo pasado, basada (ligeramente) en la película y en el libro del mismo nombre.
INTRODUCCION
Los personajes (Ulric el Destructor y Galdric el Noble) se encuentran en una taberna de las muchas ciudades que pueblan los alrededores del Lago Guredo (en Ralios, Seguredo). Un hombrecillo vestido con pajarita y pantaloncitos cortos se presenta como Davids, sirviente del noble Lord Arkadius. Su señor ha oído de las hazañas de nuestros queridos personajes, y ha decidido invitarles a su mansión.
LA MISION
Lord Arkadius se presenta, y después de una copiosa cena en la que Ulric queda fascinado y que sin embargo no inmuta a Galdric, les encomienda un favor. Un tal Sir Ruffus tiene una deuda pendiente con él, y Lord Arkadius siempre cobra sus deudas. El problema es que Sir Ruffus fue un héroe de las muchas guerras que se libran en Ralios, y en una de ellas sufrió una terrible herida. Ruffus lleva 15 años en el hospital de la ciudad /el Templo de Chalana Arroy), catatónico como un zombi. De vez en cuando lord Arkadius envía a su mayordomo a preguntar por el estado de Ruffus, pero hace poco no le dejaron verle, y se libraron de él con excusas. Algo huele mal.
Los PJ deberán investigar que es lo que ocurre con Ruffus…
EN EL TEMPLO DE CHALANA ARROY
Gracias a la influencia de Galdric y al arrojo de Ulric (el cual ayudó a curar a un hombre enfermo, sin sospechar que podía haber sido víctima de una enfermedad), logran averiguar que Ruffus murió hace un año. Está enterrado en el cementerio, por lo que deciden ir allí.
EN EL CEMENTERIO
La Sacerdotisa de Ty Kora Tek (Diosa de los Muertos) encargada del cementerio confirma que hubo una ceremonia demasiado rápida y con poca gente para un héroe como sir Ruffus. Nuestros personajes se huelen algo raro, ¿es posible que Ruffus no esté enterrado?. Deciden llevar sus sospechas a lord Arkadius…
REUNION CON ARKADIUS
El noble escucha el relato de los personajes, y tambien sospecha algo raro. Porqué no van de noche y descubren por la vía rápida si Ruffus está o no enterrado en su tumba? Galdric responde que no rotundamente, no es trabajo para él, además desconfía de las intenciones de lord Arkadius. Acaso el noble también oculta algo? Ulric sin embargo se lo piensa, sobretodo al oír el tintineo de las monedas del noble en su mente. Pero con un gran esfuerzo el bárbaro sigue a su compañero por la puerta, mientras en su mente ya echa de menos los sacos de peniques que han dejado escapar.
¿SIN MISION?
Los personajes debaten entre ellos que hacer a continuación, y deciden averiguar por su cuenta la verdad sobre Ruffus. Ante sus limitados recursos, deciden acudir a alguien que sepa sobre las artes mágicas. Un Elfo llamado Taitus, preso de unas extrañas dolencias, dice acudir de vez en cuando a por «medicinas» a la tienda de Raila, la bruja. En ese momento los personajes no recuerdan que una tal Raila había sido la antigua novia de Ruffus…
RAILA, LA BRUJA
En la tienda de Raila, Galdric y Ulric conocen a la bella Raila, que en realidad no es una bruja sino una especie de Druida conocedora de los secretos de las hierbas y pociones. Tras mostrarle unas extrañas palabras encontradas en la celda de Ruffus en el hospital, Raila reconoce que pertenencen a unos textos sagrados… oscuros y demoníacos. Aunque en principio se mantiene reticente, el poder de convicción de los dos amigos al final resquebraja su voluntad, y Raila acaba confesando: fue novia de Ruffus, y lo iba a dejar porque el caballero era en realidad.. un estudiante de las artes oscuras, adorador de demonios y miembro de una secta. Ruffus había conseguido descubrir un secreto oscuro y terrible, de vital importancia para la secta, la cual no iba a esperar eternamente la recuperación de Ruffus. Así que Raila, en compañía del viejo maestro hechicero de Ruffus, un tal Balthus, sacaron a Ruffus del Templo de Chalana Arroy a cambio de «donaciones» a su Diosa. La Sacerdotisa simuló la muerte de Ruffus mediante el entierro de un ataud vacío.
EN ACCION
Galdric, siempre atento y perceptivo, vio que Davids estaba espiando la tienda. Rápidamente urden un plan para atrapar a Davids, pero el hombrecillo de la pajarita es perceptivo además de muy rápido, y al final se escabulle (dejando evidente que correr con Armadura es algo complicado). Nuestros amigos sospechan que pronto ocurrirá algo terrible, así que deciden sacar a Raila de la casa y llevarla hasta el puerto, donde conseguirá que algún barquero la lleve al otro lado del río, manteniéndose a salvo. Pero cuatro encapuchados de negro osan ponerle las cosas difíciles, y acaban pagando caro su atrevimiento. El resultado: sangre y restos humanos en el martillo de Ulric y en la espada de Galdric. Ambos se dan cuenta de que casi son maestros del combate, y que pocos pueden aguantar la brutalidad del bárbaro o la agilidad del noble. Pero una sorpresa aguardaba a nuestros personajes: los cuatro encapuchados poseen unos medallones y unos tatuajes extrañamente familiares. Son sectarios del Culto de la Araña Negra, como aquel falso bardo que habían encontrado tiempo atrás en una taberna…
EN CASA DE BALTHUS
Después de asegurarse que Taitus el Elfo tendría asegurado un buen suministro de sus medicinas mientras Raila se hallaba fuera de la ciudad, Galdric y Ulric se encaminan a casa del último hombre que vió a Ruffus con vida: su antiguo maestro y mentor Balthus. La casa de Balthus es vieja y sucia, no augura nada bueno. Una voz les invita a pasar, y los dos compañeros se adentran, cayendo en la trampa de un conjuro de Oscuridad. Ciegos como un topo, no parecen ser rivales para la poderosa magia de Balthus, y Galdric comienza a notar como pierde el aliento poco a poco. Ulric parece que va a sufrir la misma suerte, pero el bárbaro es un hombre de recursos y consigue luz de donde no hay. Una vez que el martillo de Ulric visualiza a su víctima, ya nada puede frenarlo, ni la magia hechicera de Balthus.
LA CONFESION
Balthus acaba confesando, apenas consciente, y reconoce ser un hechicero «ligeramente» caótico. Dice que la verdad de todo está en una caja metálica en su escritorio. Nuestros valientes amigos abren la caja y ven… un libro de conocimientos oscuros, hechicería demoníaca, titulado «REENCARNACION», y un medallon con la runa élfica por un lado y con un nombre grabado en el otro: TAITUS. La verdad ilumina de repente a nuestros personajes, y se dan cuenta de que Balthus utilizó un conjuro prohibido sacrificando a Taitus, el Elfo, para que Ruffus se transformara en él, asumiendo también su personalidad. Los efectos del conjuro tenían efectos adversos: para conservar su cordura, Ruffus/Taitus tenía que tomar unas medicinas. Y así Ruffus se libró de la secta, sacrificando su alma para seguir viviendo en un cuerpo «prestado».
LA DECISION FINAL
Ante la confesión de Balthus, Galdric ejecuta la justicia divina de su diós, Urbainilus (o algo así) liberando el alma corrupta del viejo hechicero, sin apenas oposición por parte de Ulric. Sin embargo llega el momento de decidir que hacer con Ruffus/Taitus: el que una vez fue un maligno Caballero Oscuro es ahora un pacífico elfo; hay que matarlo? hay que contarle la verdad? Nuestros héroes discuten, pues Ulric quiere aplicarle la liberación de Shargas al elfo, mientras que Galdric opta por llevarlo a un templo y que sean otros los que decidan. El criterio de Galdric se impone, quizás por su capacidad de Liderazgo, pero en el templo no se quieren quedar al elfo maldito. Así que esta vez Ulric se impone a Galdric, pero la decisión es probar a destruir el medallón del Taitus original, utilizado en el ritual prohibido como un vínculo entre Ruffus y Taitus. El medallón es destruido, el conjuro expira y Taitus cae al suelo sufriendo una dolorosa y terrible transformación regresora. Antes de que Ruffus aparezca, el místico martillo de Ulric «libera» a Taitus del tormento y de su dolorosa agonía, hallando la paz en la insondable oscuridad de la muerte…
Y así termina todo. Sin embargo, se han granjeado la eterna enemistad del culto de la Araña Negra. Volverán los personajes a vérselas con estos sectarios? Aparecerán lord Arkadius y Davids en la próxima aventura? La Secta es cruel y vengativa, y perseguirá a los personajes allá adonde vayan, incluso en otras dimensiones, incluso en otras encarnaciones, incluso en otras ediciones del juego… Al final caerán en la gran red de la Araña Negra, ja ja ja!!!