Resumen de la partida a RQM en Cullera en Febrero de 2010 correspondiente a la Saga de la Hermandad de la Rueda y que continua el escenario de Bayaverde, conduciendo a nuestros héroes (Galdric, Gunnar y Ulric) a Florilandia, dónde descubrirán la verdadera naturaleza de su enemigo.
Tras resolver los entuertos del bosque élfico de Bayaverde y siguiendo la pista a la caravana de Juius Akerman y su lugarteniente Ahmed, nuestros valientes llegan finalmente a Florilandia. Fácilmente, observan un campamente cercano a las puertas de la ciudad y una zona industrial con largas chimeneas metálicas en las colinas cercanas (enanos?).
Temiendo un asedio se acercan a las puertas y pueden comprobar que no existe clima beligerante y que símplemente las huestes de Julius permanecen en el exterior de la ciudad. Aún no está todo perdido y el grupo desea poner en conocimiento de las autoridades cuanto antes la realidad de la caravana agimori. La cercanía del campamento les permite ver a esas terribles béstias descritas por Abdim: los mastodontes o elefantes blancos de Pamaltela. Ciertamente tan impresionantes y bien preparados para la batalla que hasta Ulrik contuvo por un par de segundos la respiración.
Ya en las puertas de la ciudad, la guardia, armada con simples armaduras de cuero labrado con la insignia de una amapola blanca, les dan el alto de forma educada y conversan con ellos. La presencia de Rashid entre ellos parece despertar recelos pero las habilidades diplomáticas les permiten una entrada sin complicaciones a la ciudad. Antes de ello, les informan que la ciudad está regentada por una oligarquía establecida en forma de consejo: Priatore es un noble que gestiona la fuerza armada, Alean es la jefa del gremio de artesanos y una tallista en piedra de gran calidad, Turgok es el lider de los comerciantes, Uneik el enano representa a la comunidad enana dedicada a la mineria y metalúrgia, Dora es la sacerdotisa de Dendara en la ciudad y finalmente Lucian es el sacerdote de Yelm. Los agimori han estado en conversaciones con el consejo para que se les permita la entrada y el establecimiento de un culto a la luz «La Hermandad de la Rueda» pero tras una semana de conversaciones el consejo no se ha pronunciado al respecto, pero cada dia que pasa parece más cercana la decisión. Julius dejó a una parte de su caravana al mando de Ahmed y fue hacia Sundaer con otros propósitos.
Los guardias les dirigen a la posada del Cedro Verde regentada por Danel y su hijastra Lisa. En el camino pueden observar que la ciudad mantiene una construcción muy pragmática estructurada en radios sobre la plaza central. los edificios no son demasiado altos y se mantiene un buen nivel de higiene. La ciudad está tranquila y sigue su rutina habitual tanto en los campos de los alrededores como en la actividad comercial, pero la prohibición del Consejo de comercio hasta que se pronuncie sigue manteniendo relativamente aislados a los agimoris en el exterior. Una música exótica de pequeños tambores y crótalos anuncia la llegada a la ciudad de un palanquín porteado por 4 agimoris y precedido por 4 exóticas bailarinas. Se trata de la divina Sibila que al parecer realiza frecuentes visitas al señor Priatore. Galdric sugiere entonces que podria tratarse de una lamia como la desdichada Lorna que aún permanece en su recuerdo.
Ya establecidos en la posada y con ropas más acordes al clima pacífico de la zona, pueden conversar con Lisa que al parecer se siente atraida por Galdric ante las muestras de atención y amabilidad por él mostradas. Esta familiaridad les permite enterarse de más detalles de la ciudad y de la presencia de extranjeros. Parece ser que Uneik el enano tuvo un desafortunado accidente y se encuentra convaleciente de una enfermedad extraña. Los extranjeros siguen conversando con el Consejo y parece que la tal Sibila es una preciosidad y se ha encariñado con Priatore. Todo el mundo espera que se de la entada a los agimoris en breve y se permita el comercio y la instauración del culto. Solom Lucius y el propio Uneik mantenían una postura enfrentada al respecto.
Mientras tanto, Gunnar, siempre atento a los paisanos se entera de una conversación entre mercaderes que hablan de un negocio que implica a los agimoris y que deberia hacerse de forma privada y sin levantar sospechas. Los mercaderes resultan ser Turgok del consejo y un mercader de poca monta llamado Lewis. Gunnar habla con Lewis y éste mismo al reconocerlos como visitantes les ofrece un trabajo para esa noche, cargar unos sacos al interior de la ciudad y ofrecerle protección. Bien mirado estaba bien pagado a 50 peniques por barba y les daba una oportunidad de fisgar más de cerca en los asuntos un tanto túrbios de Lewis. Por ello, aceptan el trabajo.
Una vez evaluada la situación, ven más sencillo convencer de la realidad a Lucian que a un posible influenciado Priatore y por tanto se dirigen hacia el templo de Yelm. Ulrik y Galdric, pertenecientes al panteón solar no tienen problemas en acceder a Lucian pero Gunnar se mantiene receloso y prefiere investigar en las inmendaciones del palacio de Priatore (Orlanth!). Galdric y Ulrik ponen al dia de los acontecimientos a Lucian quien parece evaluar sus palabras y aceptarlas como ciertas. «Terribles mensajes me traeis amigos y ciertamente las palabras de Yelm hacían preveer la llegada de la Oscuridad y al parecer… del Caos» Tras darles las gracias por la información sobre la Lamia, los sacrificios, símbolos del Caos y esferas vivientes de las piedras, queda con ellos al día siguiente para con la luz de Yelm en apogeo exorcizar la influencia que aún pesa dobre los hombros de Ulrik e informarles de sus investigaciones y conclusiones meditadas. Por su parte, Gunnar y Rashid divisan a un grupo de agimoris que sale de la ciudad y aconsejado por Rashid se retiran de su camino. Al parecer se trata de Ahmed, Khalid (un gigantón negro con un hacha considerable) que es el líder de la Guardia Negra de Julius y Vespero, cuya fama de asesino y espia ya era leyenda antes de la llegada de Julius a la tribu de agimoris. Están enfadados y conversan en su dialecto del que apenas les llegan un par de palabras de enfado mezcladas con «mostali». Al poco rato un enano acompañado por dos hermanos sale del palacio de Priatore, parece muy débil y es llevado con cuidado. Es Uneik, representante de los mineros mostali de Florilandia y tribu aperturista relacionada con los antiguos enanos que habitaron la zona. Gunnar le presenta sus respetos (sin la incomoda presencia de Rashid) y se gana su confianza de modo que Uneik acepta como presenta las plantas medicinales provenientes del lago de Roost pues, Gunnar parece advertir signos de envenenamiento en sus labios. Andes de marchar a su colonia, Uneik le cuenta como su presencia ha retrasado una vez más los deseos de los agimoris de establecerse en la ciudad pero piensa que salvo un milagro no se recuperará lo suficiente como para intervenir en la lucha política.
Una vez reunidos de nuevo, los aventureros deciden visitar a Dora antes de la cita con Lewis para intentar atraer más influencia sobre el no del consejo. Dora resulta ser una anciana y su templo poco más que una sala desprovista de cualquier adorno. Su delicada salud y caracter no sugiere entereza suficiente para afrontar la verdad del Caos y por tanto, el grupo decide no presionarla con más complicaciones. Eso sí, la generosa donación de 50 peniques de Ulrik despierta una chispa en su carácter y pide a los fieles que vayan a la tienda de Alean y le compren un retablo en piedra para situar en el altar mayor de Dendara. Lleva tiempo intentando ahorrar los 100 peniques que vale y grácias al donativo por fin lo tendrá. Galdric interviene (no queriendo desmerecerse ante la generosidad de Ulrik) pagando de su bolsillo el resto. Tienen el tiempo justo para llegar a la tienda de Alean quien está reunida con un artesano agimori llamado Mohadi. Parece ser el constructor de las Piedras del Sol y comenta aspectos y técnicas de labrado con Alaen. Una vez se despiden Alean les atiende pero se muestra insensible a sus presiones de influencia anti-agimori. El retablo es ciertamente precioso y valorado por Galdric mucho más caro de 100 peniques, de modo que la amistad que Alean mantiene con Dora parece estar bien fundada y con buenas raices. Aun así, la posibilidad de aprender nuevas ténicas es más fuerte que los posibles recelos que despiertan en ella y se mantiene firme en su voto favorable a la entrada agimori a la ciudad.
Resumiendo la situación parece que Turgok y Alean estar a favor de la entrada, Lucius y Uneik en contra, Dora no quiere saber nada de nada y Priatore no ha decidido su voto. Quizás Sibila se encargue de acercar su voluntad al lado de su balanza. De modo que es urgente encontrar pruebas y argumentos cuanto antes.
Lewis les espera a las puertas y con él salen de la ciudad. Tras un pequeño rodeo para despistar a los guardias regresan hacia el poblado agimori dónde al parecer llevaran a cabo una transacción ilegal puesto que el Consejo ha prohibido el comercio con los agimoris por el momento. Atraviesan el campamento conducidos por un guardia y obsevan en su plenitud a los elefantes, bien cuidados y fuertes. Tiendas de criados y soldados dan paso a unas grandes carpas. Una de ellas custodiada por eunucos armados parece ser el harén de Sibila y otra un gran taller (de Mohadi presumiblemente). Y ciertamente, el destino les lleva a la tienda de Mohadi quien recibe a Lewis y lo hace pasar al interior. Más libres ahora, sin vigilancia y con la noche de capa, Ulrik decide encaminarse a una carpa lejana de las afueras y Gunnar se escabulle hacia el taller, dejando a Galdric de guardia y espia de los sucesos de la tienda.
Ulrik llega sin problemas a la gran carpa. Lamentos y quejidos suenan del interior y tras asomarse observa cómo algunas decenas de cuerpos enfermos y desválidos se retuercen de dolor. Parecen enfermos, pero al mirar con cuidado, Ulrik se estremece al ver cuerpos mutilados por extrañas mutaciones. Ciertamente, cambiar brazos por tentáculos no entra en lo razonable y algo muy oscuro rodea el asunto. Con la repugnancia propia se aparta de la tienda de «Los Tullidos» y llega a ver salir del harén a un enfadado Khalid (enfadado porque Sibila no està?). Khalid llega a la tienda de los Tullidos y unos gráciles movimientos de hacha después sale más animado y con mejor humos… extraña manera de atemperar su enfado.
Gunnar tiene la suerte de entrar en el taller de Mohadi y ve una Rueda del Sol en plena construcción. Formada por dos partes observa un hueco en su interior y una estructura metálica que engarzaría una especie de joya. Ni encuentra materiales de trabajo en piedra ni nada similar y sólo una estanteria con objetos y recipientes extraños le llama la atención. mohadi no labra la piedra, usa la magia para moldearla según sus intereses. Además, el corazón de la piedra parece contener más de lo esperado. ¿Qué tipo de joya llevan en su interior?
Galdric, por su parte preta oidos a la conversación de Mohadi y Lewis. parece que el cargamento es un par de sacos de especias y artesania agimori. Ciertamente buen negocio para Lewis y no tanto para Mohadi, pero ilegal a todas luces por las indicaciones del consejo. No obstante, la mención de una piedra verde por parte de Lewis y su interés en verla es lo que más llama la atención. Por una pequeña abertura de la tela y con el peligro propio de ser descubierto ve cómo Mohadi abre una caja de plomo hacia Lewis y le muestra algo que fulgura con un verde fosforescente intenso. Impresionado, Lewis intenta tocarlo, pero Mohadi cierra la caja y pasa la llave de nuevo. «No es para profanos ni simples mortales, querido lewis, puesto que la luz es el camino a la verdad del mundo y a los no iniciados les causaria la perdición»
Una vez terminado el negocio salen del campamento cargando dos sacos y vueven a la ciudad por una entrada secreta en el muro a través de una casa de la periferia. El cargamento es previamente izado en otra zona y el grupo recibe el pago acordado. Sin embargo, mucho más valiosa es la información obtenida esa noche.
En su camino a la posada, aún tienen tiempo de advertir una sombra oscura que se escabulle desde la plaza ¿algún incursor enemigo? Prestos a seguirlo, Ulrik y Galdric intentan cercarlo mientras Gunnar el de los pies ligeros, imbuido con la magia de Orlanth sigue con facilidad al agresor por los tejados de la zona para acabar descubriendo el rostro de Vespero pero en forma de tigre, farras y pelaje incluidos. Sin embargo, a pesar de desvelar su identidad y descubrir su incursión no consiguen atraparlo antes de que desaparezca por la muralla. Mala cosa. Accidentes y enfermedades pueden ser parte de un movimiento orquestado y nada favorable a nuestros aventureros. Ya de regreso, Rashid les pone al corriente de que Sibila no ha salido de la ciudad esta noche y les cuenta cómo los Tullidos son los que no superan el contacto con la luz mientras que la Guardia Negra son los que sí lo hacen. Solo su inteligencia (y cobardia?) han permitido que siempre le fueran asignadas tareas de exploración para estar lejos de los amos.
Por la mañana, se dirigen al templo de Yelm dónde Lucian confirma sus terribles noticias y les habla de la criatura llamada Helión, atraida y subyugada por hechiceros poderosos es un monstruo del Caos de gran poder. Confirma las intenciones malvadas y la mención de los acontecimientos de la noche despierta aún más su preocupación. Les explica que el mineral verde, chaosita la llama, es nada más y nada menos que el moco de Porchango el Corruptor. Un mineral legendario del que hace eones que no se sabia nada. Cualquiera que utilice el mineral se ve expuesto al toque corruptor de Porchando y seria explicación suficiente para la existencia de los Tullidos y de la Guardia Negra. El peligro es mucho mayor de lo que parece porque Porchango nunca ha destacado por su sutilidad y estas acciones están dirigidas y muy bien dirigidas en pos de un objetivo mayor. Tras exorcizar a Ulrik de la influencia del atormentado espíritu de Gregor Rueda de Oro les da una nueva mala noticia. Dora ha muerto esta noche pero con la felicidad en sus labios por ver finalmente el retablo de Dendara en su lugar.
Un pequeño mausoleo instalado en el templo de Dendara (que quedará vacio y vacante de uso) acoge a unos pocos fieles que querían más a la anciana que no seguidores religiosos. La observación les indica que posiblemente haya sido envenenada y su frágil salud rota de repente. ¿Vespero? Quien sabe. Alean se acerca a despedirse de su amiga, afectada por el suceso. En esta ocasión se muestra más receptiva ante las evidencias que le muestran con respecto a los usos de la hechiceria que realiza Mohadi. Indignada con el conocimiento de haber sido engañada insiste en que visiten el palacio de Priatore y que asistan al consejo de la tarde en calidad de testigos, tanto del engaño agimori como de la traición de Turgok.
Priatore les acoge en su palacio y escucha atentamente. Al parecer la influencia de Sibila no ha roto su férrea moral y las pruebas aportadas son suficientes para que mande a la guardia a registrar los almacenes de Turgok y Lewis. Los sucesos se están precipitando y la última sesión del Consejo promete ser reñida. Una vez se presenta Ahmed comienza la reunión y se pone en relevancia los hechos de Turgok, que aunque negados en principio se desvelan verdaderos por las pruebas recabadas. Además, la entrada de un uneik totalmente restablecido (vivan los patos de Roost!) pone aún más contra las cuerdas a Ahmed, quien a pesar de sus esfuerzos por influir en la decisión final no consigue otra cosa que ser expulsado.
Los jugadores le muestran abiertamente sus recelos y la enemistad queda forjada. El ahora diplomático será considerado enemigo en el próximo encuentro. Si bien, Ahmed asume su fracaso se dirige a ellos en un último monólogo «Sea pues, que la luz no entrará a Florilandia. Las mentiras de los extranjeros han contaminado vuestras almas más allá del perdón y la maldición de la Luz verdadera les perseguirá mientras vivan. Cuidaos de la luz, porque será vuestra perdición…» culminando en un gran estallido de luz que se filtra por los ventanales de palacio, mientras Ahmed abandona la ciudad. Sin embargo, al poco rato, sonidos de guerra se oyen de la colonia enana. Al parecer el estruendo lumínico era algo más, una señal, para precipitar la furia de la Guardia Negra y sus mastodontes sobre la indefensa poblacíón de Uneik. En su huida de la ciudad, la Hermandad de la Luz, ha desvelado su verdadera naturaleza y sus intenciones beligerantes pero Florilandia respira aliviada puesto que ha sobrevivido al contacto con el Caos más perverso.
¿Dónde se encaminarán los agimoris? ¿Por qué se separó Julius de su lugarteniente? ¿Estará en Sundaer? ¿habrá caido la capital a su influjo? ¿Y Sibila sigue en el dormitorio de Priatore? Nuevos acontecimientos harán temblar en Condado de Sundaer pero nuestro héroes seguirán al acecho para evitarlo. pronto se medirá el martillo de Ulrik con el hacha de Khalid… ¿Quien prevalecerá?