La Hermandad de la Rueda – Sesión I
Resumen de la partida a RQM en Cullera en Octubre 2008 correspondiente a la Saga de la Hermandad de la Rueda y que continua el escenario introductorio en la aldea de Roost habitada por patos.
Para recabar más información se acercan a la ceremonia y escuchan los preceptos de Gregor notando que existen, además de los seguidores, una jerarquía de cargos en la hermandad: 1 Rueda de Oro (Gregor), 3 Ruedas de plata y por el momento 5 Ruedas de bronce. Auqnue deben llegar a 9 para completar el culto y traer la luz verdadera a la ciudad de Zarzamoria. Se realiza una ceremonia semanal dónde los ciudadanos van sometiendose al juicio de la Rueda para ver si son dignos de pertenecer a la Hermandad y de la que se extrae un nuevo cargo cada vez. La gente parece dividirse entre aquella dispuesta a pasar la prueba por ánsia de dinero y beneficios sociales, y otro grupo más temeroso de las consecuencias de no ser considerados dignos. La gente va pasando y mientras que algunos son dignos otros simplemente no obtienen veredicto y por tanto debaran someterse de nuevo a la prueba en próximas ceremonias. Los elegidos son recompensados con 50-100 peniques y reverenciados como dignos seguidores de la Luz. Un aldeano es considerado indigno y es ejecutado ante el resto de ciudadanos por seguidores de la Luz, mientras su desconsolada viuda Mariam gime y llora sin poder evitarlo. Ante la falta de veredicto se obliga a más gente a pasar la prueba y Ulrik es aceptado como seguidor, mientras que Abdim es sorprendentemente elegido Rueda de Bronce y ampliamente recompensado. Los elegidos son escoltados al Palacio con grandes honores mientras la gente se dispersa.
Mientras Gunnar y el aprendiz de Shamman quedan con la mujer y la ayudan a dar sepultura a su marido. Esta les informa de la situación y de cómo en pocas semanas la Hermandad ha crecido en seguidores y los pocos opositores que aparecian fueron eliminados tras el juicio de la Rueda. Pocos quedan ya en la ciudad con la fuerza suficiente para oponerse y son más los ambiciosos que viendo el lujo en que viven los sectarios desean su entrada a la misma. La entrada de dinero al parecer relacionado con Julius ha provocado una inflación brutal provocando un encarecimiento brutal de precios y el bloqueo sistematico al que han reducido los seguidores de la Hermandad de la Rueda a la ciudad lleva a situaciones desesperadas entre la población no privilegiada. ¿Qué sucederá cuando tras 10 semanas se complete el círculo y la ciudad se inunde con la Luz de la Verdad? Ahora que su marido falta poco importa y su única intención es huir de esta locura cuanto antes…
Abdim y Ulrik son conducidos al Palacio junto con el resto de nuevos iniciados. Realizan una ceremonia dónde ofrecen parte de su vitalidad a una gran esfera de Luz que Gregor anuncia como la Luz Verdadera y son recompensados con medallones de la Hermandad. El víncula está cerrado a pesar de la reticencia de algunos participantes. Abdim además, por ser Rueda de Bronce realiza una entrega de 1 punto de POW quedando extremadamente exhausto pero con la promesa de que a partir de ahora la Luz será su fuerza. La Luz crece con las dadivas recibidas. Tras esas ceremonias comienza un gran banquete con viveres, seguido de bailes seductores de doncellas y grandes cachimbas para fumar, terminando en una tremenda bacanal orgiastica que deja a todos los presentes (nuevos y altos cargos de la Hermandad) sumidos en un sopor placentero. Sin embargo, Ulrik con su potente vitalidad consigue mantener la compostura y conservar la lucidez suficiente como para ayudar a despertar a Abdim con un terrible plan en mente: exterminar a Gregor y los Hermanos de la Luz.
En otro orden de cosas, Gunnar y Galdric, se deciden a eliminar la fuente del mal encarnada en la Rueda de Piedra y se dirigen a ella para examinarla y destruirla. Evidente es mágica y repleta de runas que no alcanzan a comprender, una verdadera obra de arte que refleja incluso vida propia. Invocando los espiritus de la Bestia, Galdric encarna las potentes garras del Topo Perforador e inicia a triturar fragmentos de piedra mientras Gunnar lanza terribles hachazos sobre su estructura. Ante el ataque, la piedra parece reaccionar defendiendose del ataque y una pequeña esfera de luz surge de su centro. Antes de que puedan hacer mucho más, la esfera lanza unos rayos de luz que incapacitan a la pareja de héroes dejándolos fuera de comnate y un aullido de furia llega a todos los sectarios: ¡La Rueda pide ayuda!
Abdim y Ulrik en ese mismo intante planean asesinar a Gregor que aun vencido por el sopor es presa fácil. El martillo de Ulrik cae sin oposición desparramando los sesos del Rueda de Oro y en ese mismo instante un sentimiento de culpa y fallo les invade, pues tal es el poder de los espiritus de represalia que invaden a aquellos que desafian los preceptos de la Hermandad. Sin apenas voluntad para otra cosa huyen de Palacio mientras los Hermanos comienzan a despertar por la llamada de la Rueda.
Una breve huida los situa junto a la Rueda y consiguen cargar los cuerpos de sus compañeros, escondiendose en el viejo templete. La ciudad se moviliza y todo se ilumina. Buscan a los traidores, aquellos que desafiando el Destino han violado lo más sagrado de la Hermandad: el castigo no puede ser otro que la muerte. Finalmente, y a pesar de la escasa energía recuperada con las flores del estanque, nuestro grupo de aventureros consigue escapar de la ciudad que está más allá de su ayuda pues su llegada fue tardía. Zarzamoria está ya perdida, la luz ha calado demasiado hondo en los corazones de su gente. ¿Quien sabe que ha sucedido en el camino de Julius? ¿Habrán otras ciudades en igualdad de condiciones? Solo una cosa les queda, su vínculo como Hermanos de la Rueda y el símbolo sagrado de la Rueda de Bronce que conserva Abdim, que muestra el camino de la fe y la dirección dónde se encuntra el Amo Julius.