Radmund Noorgard, Consejero de la Marquesa

Poco se sabe de este misterioso personaje antes de su llegada a Carabás, y la mayoría son especulaciones, leyendas urbanas, exageraciones o simplemente mentiras.

Muchos dicen que el Sr. Noorgard tiene mas de 200 años, pero se conserva con la apariencia de unos 40 y muchos porque consiguió que los elfos le enseñaran el truco para alargar la vida. Otros dicen que en realidad le ganó la vida eterna a un demonio y desde entonces vaga por el mundo como un eremita. Se dice que en varios reinos tiene prohibida la entrada y en otros muchos es aclamado como un héroe. Pero lo común en todas las historias es que es un sabio magnifico y un genial estratega, gran conocedor de la realidad política  y militar, y que posee un talento casi sobrenatural para elegir siempre la opción mas correcta en cualquier dilema.

Su llegada a Carabás también es un misterio. La mayoría afirma que fueron los propios Héroes los que salieron en su busca cuando se enteraron de que tan famoso personaje estaba de paso en Harad. Otros dicen que vino atraido por el esplendor y la magia de Carabás para ofrecer sus servicios a la Marquesa. En cualquier caso, su llegada arreglo muchos desaguisados que la Marquesa no podía resolver, al usar cada vez mas deseos para arreglar los problemas causados por anteriores deseos, cosa que solo empeoraba aún mas la situación. Su carácter duro e inflexible y su rigidez de pensamientos obliga a la Marquesa a tomar decisiones que ella sola no hubiera tomado, pero que se relevan acertadas en cuanto se ponen en práctica. Por ese motivo la propia Marquesa lo mantiene a su lado, aunque en el fondo ella no acaba de fiarse del misterioso sabio, que solo le pide alojamiento en el palacio y una buena cantidad de dinero que nadie sabe en que gasta.

Su aspecto solo aumenta su leyenda: es alto, delgado, de rostro serio y duro y pelo largo negro bien cuidado. Siempre viste con túnicas anchas recargadas de colores oscuros, negros y grises. No duda en interrumpir a cualquiera que hable con la Marquesa, incluida la propia Marquesa, si así lo cree oportuno.