La Marquesa de Carabás, Nefertinarita

Nefertinarita (o Nefer para los amigos) es una esfinge de 36 años , lo que viene siendo una edad muy joven y correspondería a la época de la pre-adolescencia para un humano. A pesar de que con los años ha ganado un poco de madurez, su actitud continua siendo despreocupada y juguetona, cosa que a veces es incompatible con su importante cargo político.

Lo primero que llama la atención de la Marquesa es precisamente su apariencia: Nefer, como todas las esfinges, es una magnifica hechicera que además es capaz de conceder deseos. Gracias a un deseo auto concedido, es capaz de alternar su apariencia entre la usual (cabeza humana en cuerpo de leona alada) y la humana, teniendo la ventaja de que entre ambas formas su rostro no cambia. La mayoría de las veces que aparece en público lo hace en forma humana, pero nadie se extraña si la Marquesa sale a volar un rato en su forma de esfinge.

Como todas las esfinges es muy susceptible a las criticas, burlas y comentarios a su apariencia natural, y como todas suele sufrir unos enfados terribles. Aún así, Nefer es excepcionalmente bondadosa, incluso para estándares humanos. Las esfinges suelen ser criaturas muy retraídas y que algunos calificarían de sociópatas, pero Nefer siente grandes deseos de ayudar a la gente y tiene una enorme compasión.

La historia de como llegó a convertirse en Marquesa de Carabás es la misma historia de los Grandes Héroes, y se remonta a mas de 25 años atrás. Fue su propia madre, la esfinge Eishinarita, la que en cierta manera obligó a los Grandes Héroes Vespero, Crom y Pirotess a que la llevaran consigo en sus aventuras y la educaran. Así pues, paso su infancia con ellos, aunque visitó en un par de ocasiones a su madre. De los héroes aprendió muchos valores, a pesar de los cuales continuó creciendo en bondad, humildad y generosidad, al tiempo que se despertaban en ella poderes magicos que desafiaban los limites conocidos en una esfinge, llegando incluso a conceder deseos sin saberlo para salvar a sus amigos en varias ocasiones. Tras una serie de aventuras que llevaron a los Héroes a desmontar una trama que pretendía traer de vuelta a un antiguo Arisazi ascendido, los avatares del destino llevaron a la propia Nefer a la ciudad abandonada de Carabás y, por algún motivo que aún se desconoce, la leyeda dice que fue la propia ciudad la que la eligió como lider. Desde que Nefer logró entrar en el Palacio para salvar a un montón de refugiados de las hordas demoníacas, se erigió como Marquesa y nadie dudó nunca de su cargo y liderazgo.

Como Marquesa, Nefer trata de contentar siempre a todo el mundo, y en los primeros años del Marquesado concedía deseos sin ningún tipo de control, creando mas de un problema: el Rio de Leche y Miel resultó atraer a moscas y otras alimañas, y olía fatal en cuando hacia calor (todos los días); las cabras que vomitaban joyas alteraron la economía local hasta el punto en que casi se llega a la guerra ; y en algunos círculos secretos aún se recuerda el asunto de Crompero…Pero desde la misteriosa llegada de Radmund Noorgard, sabio mago y consejero de gran renombre, estos problemas se han solucionado, aunque Nefer goza de muca menor libertad para cumplir sus deseos.

En el ámbito personal Nefer es, como ya se ha explicado, una persona bondadosa que trata de ayudar siempre a los demás. Su inocencia y admiración por los Héroes la llevó a basar la defensa de la ciudad en los aventureros a sueldo, ya que pensaba que todos ellos eran héroes como sus amigos. No ha dejado de tener relación con Vespero, Crom y Pirotess, y es muy amiga de Yamu y Lancia, sobretodo de esta última de quien le gusta pensar que es como su hermana. A pesar de que nunca lo ha dicho abiertamente, aunque a veces lo ha insinuado a Lancia en sus charla de chicas, siente unos ligeros celos hacia Melissa, ya que Vespero es su amor platónico de niñez. Vespero la trató muy bien, como a una hija, y la inocencia de Nefer confundió sus sentimientos. Cuando se fue haciendo mayor se dio cuenta de que fue una especie de complejo de Electra, pero ahora, en su etapa adolescente, parece admirar a los hombres que se parecen a Vespero…De todas formas, esos celos no son nada peligrosos, ya que si quiere a alguien mas que a Vespero, es a la propia Melissa, pues sabe el sacrificio que estaba dispuesta a realizar y el enorme peso que tuvo que soportar para ayudar a todo el mundo.

Además de estos extraños problemas casi sentimentales, Nefer tiene el problema de su madre. Desde que Eishinarita se enteró que iba a ser Marquesa y que concedía deseos no sólo a los demás sino a ella misma, dejó de hablarle y visitarla. Le avisó que rompería la relación si no dejaba Carabás, pero Nefer no estaba dispuesta a dejar sin gobierno la ciudad y hacer sufrir a sus habitantes, pues intuye que la ciudad se mantiene viva de algún modo gracias a ella. De esta forma hace casi 20 años que Nefer no tiene noticia de su madre.

Bondad e inocencia, un gran sentido del deber y una cariño inmenso hacia sus amigos y súbditos, con un toque de travesuras adolescentes y problemas propios de la edad: así es la Marquesa de Carabás.